Escuela para Padres

Criar hijos es como elevar papalotes,
debemos ayudarlos a que lleguen alto, pero sin perderlos de vista ,
disfrutar del espectáculo, de verlos en libertad,
pero sin soltar la cuerda.
 Donoso P.

 Recuerdo cuando leí por primera vez esta carta., venía al inicio del libro “por que lo 
mando yo”, mi hijo mayor apenas tendría un año de edad quizás menos, aun así me impacto, hoy que mi hijo es ya un adolescente, vuelvo a buscarla, a leerla, me vuelve a impactar, y dentro de un rato se la leeré a mi hijo. Son palabras cargadas de verdad.
Haré todo lo posible, por que esto que implica estar a cargo, la responsabilidad de delegar y exigir resultados, de que lleven a cabo sus obligaciones lo entiendan siendo MIS HIJOS, y no demasiado tarde cuando ellos sean padres.
Carta que escribió Ricardo Montalbán a su hijo.
“Querido Hijo:
Mientras vivas en esta casa, obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas. Aquí no gobierna la Democracia… no hice campaña electoral para ser tu padre. Tú no votaste por mí. Somos padre e hijo por la gracia de Dios y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptar, adquiero la obligación de desempeñar el papel de padre. No soy “tu cuate”; nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas, pero no somos compañeros. Soy tu padre y eso es cien veces más que ser tu cuate. También soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa, harás lo que yo diga y no deberás cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor.
Te resultará difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo… Mientras tanto, confía en mí.
Tu padre, Ricardo Montalbán”






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Criar hijos es como elevar papalotes,
debemos ayudarlos a que lleguen alto, pero sin perderlos de vista ,
disfrutar del espectáculo, de verlos en libertad,
pero sin soltar la cuerda.
 Donoso P.

 Recuerdo cuando leí por primera vez esta carta., venía al inicio del libro “por que lo 
mando yo”, mi hijo mayor apenas tendría un año de edad quizás menos, aun así me impacto, hoy que mi hijo es ya un adolescente, vuelvo a buscarla, a leerla, me vuelve a impactar, y dentro de un rato se la leeré a mi hijo. Son palabras cargadas de verdad.
Haré todo lo posible, por que esto que implica estar a cargo, la responsabilidad de delegar y exigir resultados, de que lleven a cabo sus obligaciones lo entiendan siendo MIS HIJOS, y no demasiado tarde cuando ellos sean padres.
Carta que escribió Ricardo Montalbán a su hijo.
“Querido Hijo:
Mientras vivas en esta casa, obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas. Aquí no gobierna la Democracia… no hice campaña electoral para ser tu padre. Tú no votaste por mí. Somos padre e hijo por la gracia de Dios y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptar, adquiero la obligación de desempeñar el papel de padre. No soy “tu cuate”; nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas, pero no somos compañeros. Soy tu padre y eso es cien veces más que ser tu cuate. También soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa, harás lo que yo diga y no deberás cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor.
Te resultará difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo… Mientras tanto, confía en mí.
Tu padre, Ricardo Montalbán”